Primeros 365 días, primeras 365 noches.
Querida Petra:
Hoy hace un año que nos vimos por primera vez. Un año que toqué tu cabecita, todavía dentro de mí. Hace un año de nuestra primera noche juntas. Hoy hace un año que me hiciste mamá.
Por las mañanas te susurro al oído que te quiero, Petra. Te lo digo muy bajito y varias veces seguidas y luego te doy besos pequeños despacio, en la cara, cerca de la oreja, en la frente... y aspiro tu olor. Te digo que te quiero muchas veces, para que se te quede grabado muy dentro, en esos lugares cerrados del corazón, que nunca abres porque ni siquiera sabes que están ahí, pero que te hacen ser de una manera.
Hoy hace un año que te enganchaste a mí por primera vez y nos sorprendimos las dos al ver lo bien que encajábamos. La toma que más disfrutamos es la de las dos de la mañana. Apuro la noche hasta que te revuelves inquieta a mi lado y te cojo medio dormida para ponerte al pecho. Te agarras a él con ansia, con los ojos cerrados, adentrándote en un lugar seguro y conocido para ti. A veces abres la mano, tus dedos separados y los posas en la teta, cerca de tu boca, como si bebieras de una botella gigante. Antes dabas un chupetón hacia atrás y te estirabas, curvando la espalda, apretando levemente la boca, los brazos hacia atrás también, muerta de placer. Yo te cogía y te incorporaba apenas un minuto, sobre mi hombro, para que echaras los gases, aprovechando ese momento para cubrirte de besos encima de la oreja, en la cabeza y olerte de nuevo. Ahora ya no te estiras casi, te apoyas en mis brazos, dormida sobre mí como lo has hecho toda tu vida. Y yo sigo oliéndote despacio, de manera profunda, disfrutando el instante. Estás creciendo muy rápido y no quiero olvidarme de los detalles.
Hoy hace un año que te abracé, te
llamé Muñeca, dije tu nombre en voz alta. Hoy hace un año que no sabía lo que
te iba a querer. Porque te quiero a raudales, te quiero infinito, te querré
siempre. Hace un año no sabía que me ibas a remover por dentro, Purruna. Sé que
no lo entenderás, como yo no lo entendía antes.
Has venido a alborotar mi mundo, a hacerme crecer como persona, a
replantearme modelos sociales. Haces que busque textos diferentes, que eche la
vista atrás para querer más a mi madre, que me desdiga, que me rehaga, que tu
nacimiento sea un punto de inflexión en mi vida. Reviso mi infancia, planifico
la tuya, me despierto antes de que abras los ojos para comprobar que sigues
dormida. Me tapo los oídos para no ver en la tele cómo sufren otros niños y pienso en las
madres que los quieren. Miro dentro de mí y descubro un amor gigante, inmenso,
increíble. Y entonces también me asusto porque me sé vulnerable. ¿Cuántas veces
me harás daño? Me pregunto cuántas veces habré hecho daño yo a la mía y me
siento parte de un todo hecho por mujeres que tienen hijas. Hijas que tienen
nietas.
Hace cinco días diste tus
primeros pasos sola. Te soltaste y caminaste hacia mí, con los brazos
abiertos. Ha sido un año intenso, lleno
de sensaciones y emociones. Recuerdo
nítidamente el último empujón para sacarte, el dolor intenso que te acompañaba,
la impaciencia porque acabara. Hoy haces
un año y se te está poniendo cara de niña y dentro de nada en lugar de llevarte
en brazos caminarás de mi mano. Ojalá
pudiera seguir acompañándote siempre, hija, compartiendo los procesos de tu
vida, participando de ellos como el día que naciste o vigilándolos de cerca,
igual que todos estos meses. Pero sé que
ser mamá es también comprender que no siempre pasará eso.
Quizá estos doce meses han sido
para nosotras una prolongación de lo que fue mi parto, de lo que fue tu nacimiento:
Un proceso único e irrepetible, donde la protagonista eres tú y yo solo puedo
acompañarte y ayudarte a salir al mundo. Ya llevas un año descubriéndolo a mi
lado.
Feliz cumpleaños, Muñeca.
Virginia Gijón
Pd:. Si quieres leer o releer mi relato de parto puedes hacerlo aquí. Y me encantará que dejes tus comentarios. :-)
Etiquetas: amor, apego, crianza respetuosa, El parto es nuestro, hija, madre, maternidad, mujer, parto agua, parto natural, parto normal
2 Comments:
At 11:46 a. m., Estela said…
Como siempre, emoción con tus palabras, con ese amor de madre y con esa felicidad interminable. Enhorabuena a los tres.
At 4:09 p. m., Unknown said…
Precioso Vir, solo una madre puede sentir de esa manera.
Publicar un comentario
<< Home